TÍTULO ORIGINAL: Benny’s Video
AÑO: 1992
DURACIÓN: 105 min.
PAÍS: Austria
DIRECTOR: Michael Haneke
GUIÓN: Michael Haneke
FOTOGRAFÍA: Christian Berger
REPARTO: Arno Frisch, Angela Winkler, Ulrich Mühe, Ingrid Strassner,
Stephanie Brehme PRODUCTORA: Coproducción Austria-Suiza
Benny es un joven de 14 años de buena familia, la falta de cariño de sus
padres es suplida por todo lo que él pueda desear, un niño al que le gusta
lo audiovisual y con todo tipo de tecnología a su alcance. Con su cámara
de vídeo, graba cómo sacrifican a un cerdo con una pistola especial, y
ello le incita a cometer un acto salvaje.
La violencia cotidiana, un tema que Haneke borda en sus obras de una forma
realista, cruda e inquietante. En está ocasión muestra una cara de la
violencia centrada en la sociedad del bienestar, critica la negligencia
paterna y ofrece una muestra de un completo desequilibrio infantil. La
capacidad de Haneke para reflejar la realidad cotidiana es asombrosa, los
silencios acaban siendo más importantes que los diálogos y transmite
muchas sensaciones con las imágenes. La crudeza con la que nos muestran
algunas situaciones durante la película es angustiosa, parece un reportaje
ficcionado más que una película, pues una característica deHaneke es
eliminar el ritmo cinematográfico en sus películas para crear una
atmósfera contemplativa y perturbadora. Ver una película de este director
siempre es una experiencia que no deja indiferente, aborda las partes
oscuras de la naturaleza humana con mucha maestría y pocos recursos
económicos. Está es su segunda película, muy bien elaborada y pensada,
está por debajo de otras de sus películas, pero es muy interesante y
recomendable.
El ritmo de la película es muy lento, a partir de la mitad decae en picado
para reafirmar todo lo que se ha explicado en un desenlace, no
sorprendente, pero si impactante. Aunque puede llegar a ser previsible, es
coherente dentro de la información que no se muestra al espectador. Eso es
lo que llega a ser más terrorífico en la película, no saber por qué Benny
lo hace. La actuación deArno Frisch (Funny Games) es muy buena, su rostro
impasible, sus miradas frías, reflejan exactamente el tipo de desidia e
indiferencia del personaje, un adolescente con una desorientación moral,
un personaje gélido que no distingue el bien del mal. Una curiosidad, a
parte de que Arno Frisch repita un personaje similar en Funny Games
(1997), es queUlrich Mühe, el padre de Benny, será una víctima en Funny
Games, posiblemente una forma de castigo para el personaje por su reacción
en Benny’s video. Angela Winklertambién realiza una buena interpretación,
algo más comedida, pero refleja la culpa y el miedo de no saber como
enfrentarse ante según que situación. Haneke nos lanza un dilema ético al
mostrarnos la relación familiar, la reacción de los padres y su decisión.