PEL·LÍCULA RECOMANADA
(Estrena divendres 26/01/2018)
Nominacions Premis Oscar: Millor pel·lícula, actor protagonista, guió adaptat i cançó original.
Dirección: Luca Guadagnino
Reparto: Timothée Chalamet, Armie Hammer, Michael Stuhlbarg, Amira Casar y Esther Garrel
Año: 2017
Duración: 130 min.
Género: Drama
Guión: James Ivory y Luca Guadagnino
Fotografía: Sayombhu Mukdeeprom
Música: Sufjan Stevens
SINOPSIS: Es el verano de 1983 en el norte de Italia y Elio Perlman (Timothée Chamalet), un chico ítalo-estadounidense precoz de 17 años, pasa los días en la villa familiar del s. XVII transcribiendo y tocando música clásica, leyendo y flirteando con su amiga Marzia (Esther Garrel). Elio tiene una estrecha relación con su padre (Michael Stuhlbarg), un ilustre profesor especializado en cultura grecorromana, y su madre Annella (Amira Casar), una traductora, y entre ambos le han dotado de una amplia cultura en un entorno que rebosa de encantos naturales. Aunque la sofisticación y don intelectual de Elio podrían sugerir que es un adulto hecho y derecho, todavía tiene cierta inocencia y temas en los que desarrollarse, especialmente en los del corazón. Un día, Oliver (Armie Hammer), un cautivador investigador americano que trabaja en su doctorado, llega para ayudar al padre de Elio como becario durante el verano. En medio del soleado esplendor de este marco, Elio y Oliver descubrirán la embriagadora belleza del despertar sexual a lo largo de un verano que cambiará sus vidas para siempre.
CRÍTICA REVISTA FOTOGRAMAS (per Roger Salvans):
La indolencia de los veranos, la inseguridad del tránsito a la madurez o el vértigo y placer irrefrenable del primer amor correspondido. De todo esto nos habla Guadagnino con ‘Call Me by Your Name’, el cierre de su trilogía del deseo: que empezó con ‘Yo soy el amor’ (2009), y continuó con ‘Cegados por el Sol’ (2015) y su film más completo. Una cinta en la que el italiano se olvida de su estilo, estridente y excesivo en ocasiones, para abrazar, con Elio y Oliver, la sensualidad más sencilla, y por eso, compleja.
Una historia de amor universal, especial y singular, pero también sobre la forma de entenderlo, vivirlo, recordarlo y crecer con él, como se explicita en un diálogo padre-hijo estremecedor y bellísimo. Un canto a la vida imprescindible. Y también un baile, como los de Armie Hammer y, sobre todo, Thimothée Chalamet: un prodigio en la construcción de la identidad y el juego de miradas que rompe las fronteras del sexo y se regocija en el imparable ímpetu que da saberse querido o la tristeza inabarcable del amor perdido.